Primeramente en este sentido, los emprendedores se dividen en dos grupos:
Los emprendedores que emprenden por necesidad y los emprendedores o quienes lo hacen como oportunidad (para conseguir más autonomía, éxito financiero o desarrollo personal).
Aunque las motivaciones pueden cambiar por el tiempo y que tanto la necesidad como la oportunidad son factores impulsores del emprendimiento , no necesariamente excluyentes.
El emprendimiento , aún estando motivado por necesidad, contribuye al bienestar subjetivo de los emprendedores. Es decir que este bienestar no es solamente material o financiero, puede provenir de priorizar necesidades psicológicas como la autonomía, logro o balance familia-trabajo.
Un mayor bienestar subjetivo puede aumentar la probabilidad de ser emprendedor en general, pero también de ser emprendedor por oportunidad, mientras que los individuos que muestran un alto grado de bienestar subjetivo son menos propensos a involucrarse en actividades de emprender por necesidad.
Pero la verdadera pregunta es, ¿de qué depende el éxito de un emprendedor?
Existen 3 elementos claves al momento de poner en marcha un proyecto que se espera sea exitoso: Planificación, organización, y capital.
La planificación requiere de ordenar procesos y sistematizar la idea, además es necesario organizar los recursos con que contamos incluyendo el capital inicial.
Emprender tiene que ver con un conocimiento adquirido a través de la experiencia, y no necesariamente aprendido en las universidades, todos somos emprendedores en potencia, lo que realmente nos diferencia unos de otros es la capacidad de trabajar en pro de hacer nuestras ideas realidad.